Los esforzados aventureros Adina Runehand y Thorgan The Strong, se lanzaron al cubil de Najtraj el gigante para saquearle. Todo gracias a un mapa de un viejo que les dio en una posada. Todo un comienzo.
El Descent, como ya han apuntado, es una suerte de D&D (dungeoncrawl) con el reglamento, y aspecto de Doom. Aunque, y eso es un gran fallo, no hay escopetas. Los jugadores comienzan con un dinerillo para comprar un equipo básico, es importante no invertir en pociones de curación, ya que son una mierda (Primeras palabra de Thorgan). El juego se desarolla como en el Doom, se van mostrando zonas, y poniendo enemigos. El Overlord (el bueno) tiene un mazo de cartas de veneno, que le permiten hacer putadas y espaunear monstruos. Aunque no es como en el Doom, que es pura alegría, cada carta tiene un coste de puntos, y estos se obtienen según el número de jugadores, o cartas que el descarte, básicamente hay cartas que te cuesta 20 puntos jugarla y al descartarla te dan 5 puntos. Este veneno se divide en cartas de evento (trampas habitualmente), cartas de espauneo y cartas de poder (muy caras pero muy poderosas) estas últimas permanecen en el juego.
También existen las fatiguitas, que te permiten hacer movimientos adicionales, o atacar con más potencia. También tienen hay habilidades que definen a los personajes, clasificadas en mágia, combate y alcance.
La primera aventura “Hacia la oscuridad” es bastante amable para los jugadores. Nuestros aventureros se lanzaron a la oscuridad del cubil para saquear al pobre gigante. Todo fue bien para los jugadores, hasta que empezaron a ver el desgaste que les producían los enemigos, y que no habían comprado pociones. Ya en el primer Glifo (portales para ir a Tamalir a ver al ¡Gelou!) se fueron de compras, Adina (Miki) a equiparse mejor y Thorgan a comprar pociones, que al final son necesarias en si mismas.
Aquello continuó siendo una masacre para los pobres monstruos que no querían otra cosa que estar ahí. Hasta que llegaron a la habitación final, ahí las cosas se pusieron crudas. El gigante estaba con dos Quimeras. Abrieron la puerta y les llovieron tantas ostias que tuvieron que retirarse a la ciudad para comprar más pociones. A la vuelta habían venido algunos monstruos más, pero no fueron rivales para nuestros esforzados héroes. Al final Thorgan (joe) se cargó la gigante de 2 hostias bien puestas (ya estaba tocado por Adina).
un heroe que se llama heroe...
Mención aparte merece el hecho de que en ocasiones parecía que nos hubiera tocado como Overlord el pitufo bromista, con las trampas pozo y las puertas explosivas.
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