Mis hombres son el resultado de la Guerra Total.
Joachim Peiper, Standartenführer der Waffen-SS
La guerra está perdida, es un hecho innegable. Las cotas de producción de la apisonadora aliada son inalcanzables, más aún desde que el Plan Dalkan se puso en marcha. Pero aunque vencer sea imposible, no quisiera terminar este incierto 2012 sin publicar un articulillo que –al menos- maquille las peripatéticas estadísticas de los Cristales de Colores. A tal efecto me aprovecho de una feliz coincidencia para atizar al respetable con un pequeño diorama: tal día como hoy, en los albores del invierno de 1944, el Führer se jugaba sus últimos amarracos en la famosa ofensiva del bosque de las Ardenas.
Me salto la introducción histórica –que dejaré para otra entrada con más enjundia sobre el mismo tema- y sólo digo que la escena está basada en el grupo de combate del coronel Joachim Peiper, uno de los militares alemanes más controvertidos de la Segunda Guerra Mundial: líder carismático para sus hombres y criminal de guerra convicto al finalizar el conflicto.
En lugar de aburriros con más texto, pasamos directamente al tomate…
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"Jochen" Peiper a primeros de 1945 |
Detalle de la miniatura terminada. Las cruces en las encrucijadas de caminos y carreteras forestales son elementos comunes en varios países europeos, incluído el sur de Alemania. |
El mapa sobre el parachoques del Jeep y el tercer soldado -sentado detrás del perrillo- fueron los últimos detalles del diorama. |
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Elementos de 1er Batallón de reconocimiento del Grupo de Combate (Kampfgruppe) Knittel intentan orientarse en un cruce de caminos. |
La peana vista en tres pasos:
El conductor del Jeep y su peluda mascota:
El modelo prácticamente terminado. |