
Al igual que Dalkan, debo decir que nunca he sido un fan de Michael, como le llamaban sus incondicionales. Sin embargo hoy me siento deprimido. Ayer u hoy, no sé exactamente cuando la diñó, perdimos a uno de los mayores iconos de los últimos 20 años del siglo XX. Los 80 sin Thriller no serían los 80. Puedo imaginarme a muchos de sus detractores, apresurándose a desempolvar fotos y vinilos, para componer odas y escribir libros sobre lo buenos amigos que eran y sobre lo mucho que hicieron por apartar al pobre niño rico del camino de la perdición. Miserables. El caso es que, apesar de unos y otros, Michael se ha ido derecho a los atrios del Valhalla, con Elvis y los demás malditos.
Requiescat In Pace