Como buen púgil, y como sabiamente decía cierto personaje, en la vida hay que saber combinar derechazos e izquierdazos de la forma adecuada y en el momento oportuno...quizá esa sea la única manera de poder alcanzar la virtud aristotélica.
Esta entrada atiende a una promesa, sobre un recuerdo infantil, que tenía adquirida conmigo mismo desde hacía ya bastante tiempo. Se trata de un pequeño homenaje a Franco Battiato, ese trovador de los lejanos años 80, cuya genialidad, en mi opinión, fue aplaudida e incomprendida (también parodiada) a partes iguales.
El videoclip creo sinceramente que no hace honor a la belleza de esta enorme canción, pudiendo llegar a resultar insípido y hasta cómico. Pero todo ello forma parte del carácter y genialidad de un personaje que, a diferencia de otros, luchó por permanecer fiel a un estilo que iba a contracorriente.
Espero que ustedes disfruten tanto la canción, y quizá hasta el videoclip, tanto como yo...
Una bella tonada saturada de poesía y de subrealismo onírico, capaz de invocar al fantasma del mismísimo Henry Etherol momificado en las ardientes arenas del desierto egipcio...
ResponderEliminar¡Muy bravo Battiato!
Grande Batiatto!
ResponderEliminarRecuerdo aquel programa de música que ponían los sábados por la tarde, antes de Valle Secreto y Los Osos Gummy, donde tantos chiquilicuatres descubrimos sus personalísimas composiciones..
Para cuándo un biopic? Antes de que Turturro se haga muy viejo!