Ayer, a los 73 años, nos dejó Luis Aguilé. Aunque su contribución en mi caso sólo haya sido en la forma de esta simpática canción, cierta como la vida misma y que tantas mañanas he tarareado sólo o a dúo camino del trabajo o de la escuela junto a Chente, me veo en la obligación de darle un merecido homenaje de despedida en nuestra Nit. Seguramente no es su mejor versión, pero de las dos "disponibles" ésta era la candidata. El cabronazo de Esteso se empeñó en convertir la otra versión de 1969 en algo verdaderamente insufrible. Espero, don Luis, que me sepa perdonar...
Tiempo ha que se nos fue el primer Luis, el actor, el aristócrata, don Luis Escobar. Ayer se nos marchó el segundo Luis, el cantante, el dandi, el inventor de la corbata imposible, don Luis Aguilé. Parece que ya sólo nos queda el tercer Luis, el trapecista de la media tostada, el cofrade de Viva la Virgen, el académico en bellaquería: don Luis Ortiz. Supongo que regresaría al arroyo de donde le sacó Gunilla, cuando Marbella era Marbella, guitarra en ristre.
ResponderEliminarGracias a estos Tres Caballeros, los tres incombustibles luises, algunos de nosotros pudimos disfrutar de largas e hilarantes tardes de excelente conversación directamente inspiradas al calor de sus interminables e inverosímiles excentricidades.
Gracias por hacernos sonreir.
Lo que daba de sí una cáscara de naranja en aquellos tiempos.. ;D
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