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lunes, octubre 26, 2009

FOD, el marino


El 17 de Marzo del 2008, durante una inspección rutinaria pre-vuelo, los aviadores del portaaviones USS Truman se llevaron una sorpresa al descubrir que un pequeño mochuelo se había ocultado en la trampa de la pata izquierda del tren de aterrizaje de un F/A 18. Decidieron bautizar al pequeño y afortunado polizón con el nombre FOD, la abreviatura de Foreign Object Damage, término aeronáutico sajón que designa a todo cuerpo extraño capaz de generar daños a la aeronave y muy particularmente a sus motores, caso de ser ingerido o colisionar contra él durante las maniobras de rodadura, despegue, vuelo a baja cota o aterrizaje.

El intrépido FOD, cumpliendo arresto


Aunque el sentido común diga que las probabilidades de chocar o tragarte alguna porquería decrecen con la altura, la sabia Madre Naturaleza enseña a ingenieros y pilotos que ciertas especies de gansos tienen querencia por volar a grandes altitudes. Los pájaros, como el audaz FOD demostró a los perplejos pilotos del Truman, tienen un gusto natural por las bodegas de carga, las trampas de los trenes de aterrizaje, los conductos de entrada y salida de los motores, los registros de drenajes y, en general, por cualquier abertura donde uno pueda construirse su bujío para resguardarse de los elementos.

Este bonito torbellino de aire, formado frente a una toma de admisión por una componente de viento cruzado sobre el nivel del suelo de la pista, es más que capaz de succionar toda suerte de objetos que se pongan a tiro.


Todos los días, legiones de personas invierten una buena parte de las primeras horas de su jornada laboral en mirar detenidamente al suelo de las pistas de aterrizaje de innumerables aeropuertos de todo el mundo en busca de ese objeto diminuto e insignificante para un observador no-avisado cualquiera aunque, en realidad, tan peligroso como el más sofisticado misil lanzado por algún malísimo talibán.

Inspección matinal anti-FODs sobre la cubierta de vuelo de un portaaviones.


Prácticamente cualquier cosa es susceptible de convertirse en un FOD, desde una tuerca o un tornillo mal apretados, a un destornillador olvidado por un mecánico descuidado, al propio mecánico con su caja de herramientas y todo. También vale como FOD un pedacito de un avión que haya despegado inmediatamente antes que despegue el nuestro, o que se lo pregunten al Concorde. Incluso una insignificante araña puede resultar una amenaza para el vuelo seguro, caso de que ésta decida tejer su tela en el interior de una sonda de presión barométrica.

Un ejemplo para demostrar que el tema no es cosa de risa…


Jet Engine Sucks In Foreign Object - Funny videos are here

Las chispas que escupe la tobera del motor izquierdo desde el segundo 10 en adelante son en realidad álabes de compresor y de turbina, pequeñas piezas de metal tan duras y afiladas como cuchillos de cocina japoneses, que han sido arrancados por el FOD ingerido justo antes del despegue. ¡Triste forma de destruir un carísimo turboreactor F404!

Keep watching your decks!!!


Nota del Redactor: el marinero FOD fue alimentado por un halconero hasta que pudo ser transportado a tierra y licenciado con honores por la Marina. En la actualidad, el buhito vive en libertad alejado del molesto estruendo de las cubiertas de los portaaviones.

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