Pues sí señores, sí, la semana pasada –concretamente el martes– me vi en el cine Iron Sky. Exacto, la película que parecía nunca se llegaría a estrenar. Como supongo que los parroquianos querrán verla, me limitaré a darles mi impresión general y no la destriparé.
Sinopsis: Los nazis llegaron a la luna en 1945 y montaron un chiringuito como el que puso el Pocero en Seseña. La pelí –bueno, su director, el amigo Vuorensola– no se detiene a explicar cómo demonios sucedió tal gesta, ni de dónde diantres sacaron los materiales, ni porqué hay carreteras lunares o cómo rayos las motos de los años 40 funcionan todavía en ausencia de atmósfera y sin apenas gravedad. Digo todo esto porque mi fiel amigo Mike –sentado a mi siniestra– me hacía esas preguntas mientras daba cuenta de sus nachos con queso. Honestamente, no lo sé. Primero porque es una comedia de ciencia ficción, no un maldito libro de Antony Beevor. Y segundo, porque si el finlandés hubiese tenido que rodar semejante flash back, el presupuesto se le habría terminado a la mitad de los créditos iniciales. Si aceptamos estas dos premisas, la historia comienza cuando los nazis lunares descubren un modulo espacial yankee aterrizando en la cara oculta del satélite y, pin pan pun orejudo, los malosos capturan a un tripulante que resulta ser astronauta de color negro. De ahí a que invadan la Tierra con una panoplia de tecnología retro habrá un paso. Por supuesto, los nazis no se saldrán con la suya tan fácilmente… el Arsenal de la Democracia, los EEUU, se lo pondrá difícil con la doble de Sarah Palin al frente de la Casa Blanca.
Comentarios: En todo momento se nota que Iron Sky tiene muchos padres putativos, sin ir más lejos Independence Day. No creo que Vuorensola pretenda ocultarlo, al contrario, más bien pienso que lo exagera premeditadamente para reforzar su sátira del patrioterismo americano. Los personajes son todos bastante histriónicos pero convincentes: la nazi ingenua, el tirano a lo Gran Dictador, el negro gracioso, la presidenta inepta… Aunque no puede ser una película de ciencia ficción clásica porque le falta (mucho) presupuesto, el director es un fan declarado de Star Trek y las escenas de combate espacial entre platillos nazis y naves terrestres resultan convincentes. El guión es ocurrente, plagado de dobles sentidos graciosos pero no hilarantes. Un acierto que los personajes nazis hablen siempre en alemán entre ellos; la historia gana en "realismo" y además permite distinguir inconscientemente entre "buenos" y "malos"
Lo mejor: como termina. Aunque lo único visualmente deslumbrante de Iron Sky sea el correctísimo escotazo final de domina klingon que luce la actriz australiana Peta Sergeant, la película es algo más que una comedia tontorrona; aguanta el tono y su acidez se intensifica conforme se acerca el final. ¿He dicho ya que Iron Sky no deja muy bien a los EEUU?
Lo peor: el diseño de producción. Me pareció ramplón, empezando por los uniformes, siguiendo por la base nazi y terminando por los platillos volantes. Los efectos no-digitales son bastante (demasiado) teatrales. Con un poquito más de criterio se podría haber logrado un sci-fi pulp más pintón. Al menos hay una excusa: los chavales tenían ilusión pero poca pasta, un consuelo que no todos tienen... véase el despropósito de años 40 que Paramount ha hecho con el Capitán América.
Conclusión: Si un fan de Mel Brooks rodase una película de Star Trek con el presupuesto de un episodio de Espacio Profundo Nueve pretendiendo hacer una comedia negra sobre el imperialismo yankee del siglo XXI, entonces tal gazpacho cinematográfico se llamaría Iron Sky. Y ahí lo dejo.
P.D. La película tiene paralelismos más que evidentes con el guión del segundo cómic de la precuela.
¿Pero esto no es un documental?
ResponderEliminarLa verdad es que no era un peli de la que esperase mucho. En la wikipedia le dan un presupuesto de 7.5 millones de Euros, que son unos 10 millones de dólares. En tiempos, cada capítulo de Star Trek: TNG/DS9 venía a costar 1,5 millones de dólares. Vale, que reaprovechas muchas cosas, y el coste de la primera temporada entera rondaría los 40 millones. El presupuesto de Distrito 9 rondaba los 30 millones. Yo creo que con 10 millones y mucha edición digital puedes hacer cosas muy chulas. Que para eso están las pantallas azules.
Me alegra que salga el negro de Star Wars.
Yo he conseguido Red Tails, sólo he visto 5 minutos, pero no le auguro nada bueno.