Aparte del movimiento abanderado por muchas de mis compañeros/as de trabajo, que no quieren que sus hijos juegen a las consolas, porque los juegos son sólo de matar gente, violentos y un largo etc de estupideces similares, hay otro largo grupo de "PERIODISTAS-TERTULIANOS" que son igual de ignorantes, ayer, mientras volvía del trabajo en el coche, vanía escuchando una tertulia, no voy a dar el nombre para proteger a los culpables, bueno, pues en la misma, una madre-periodista-tertuliana decía que ella estaba horrorizada por el Wii-Fit (no sé que del sedentarismo, vamos, que cuando yo jugaba con los cliks era un claro modelo de deporte), y que en su momento, ya puso el grito en el cielo, ya que su hijo de 9 años hablaba del diazepan, porque había jugado un juego de consola en el que el prota, cuando estaba nervioso se lo tomaba.
Volvemos entonces a la vieja polémica, que llegó a salir en la tele, del Metal Gear Solid, en el que Snake, después de ser torturado (lo cual le debió poner un poco nervioso) se tomaba un Valium (diazepan). ¡Oh! ¡Qué sacrilegio!.
Señora, sé que no va a leer este blog, pero madure un poco, si es que el problema no está en que Snake se tomase una pasti (como el Comecocos por cierto, que ahora le tacharían de racista hacia los fantasmas, y de pastillero por tomarse una pasti grande para ganar valor y lanzarse contra los fantasmas) para sobreponerse a su nerviosismo, el problema es el manido, ¡qué cojones hace su hijo de 9 años jugando a un juego, que entre otras cosas, es para mayores de 17 años!
Es que aunque a los padres les duela, los juegos están sometidos a una cosa que se llama PEGI o ESBR, es un pequeño recudro que aparece en la portada, que pone la edad mínima para jugarlo y para comprarlo, y claramente está referido a la persona que lo va a usar, no al que tiene el dinero para comprarlo y acompaña al enano.
En fin, si es que hay cada uno por ahí.......
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