(Hoy) Estamos obsesionados con:

domingo, diciembre 16, 2012

Los Cristales de Colores 12

El Abogado del Diablo

Mis hombres son el resultado de la Guerra Total.
Joachim Peiper, Standartenführer der Waffen-SS

La guerra está perdida, es un hecho innegable. Las cotas de producción de la apisonadora aliada son inalcanzables, más aún desde que el Plan Dalkan se puso en marcha. Pero aunque vencer sea imposible, no quisiera terminar este incierto 2012 sin publicar un articulillo que –al menos- maquille las peripatéticas estadísticas de los Cristales de Colores. A tal efecto me aprovecho de una feliz coincidencia para atizar al respetable con un pequeño diorama: tal día como hoy, en los albores del invierno de 1944, el Führer se jugaba sus últimos amarracos en la famosa ofensiva del bosque de las Ardenas.

Me salto la introducción histórica –que dejaré para otra entrada con más enjundia sobre el mismo tema- y sólo digo que la escena está basada en el grupo de combate del coronel Joachim Peiper, uno de los militares alemanes más controvertidos de la Segunda Guerra Mundial: líder carismático para sus hombres y criminal de guerra convicto al finalizar el conflicto.


Prisioneros de guerra americanos ejecutados por las 
Waffen-SS en Malmedy. Aunque los detalles exactos de la 
masacre nunca se esclarecieron y Peiper no se hallaba 
presente en el lugar de los hechos, un tribunal militar 
aliado condenó al coronel por los actos de sus hombres 
como oficial al mando de la unidad.

En lugar de aburriros con más texto, pasamos directamente al tomate…

"Jochen" Peiper a primeros de 1945

Detalle de la miniatura terminada. Las cruces 
en las encrucijadas de caminos y carreteras 
forestales son elementos comunes en varios 
países europeos, incluído el sur de Alemania.


El mapa sobre el parachoques del Jeep y el tercer 
soldado -sentado detrás del perrillo- fueron los 
últimos detalles del diorama.

Elementos de 1er Batallón de reconocimiento del Grupo de 
Combate (Kampfgruppe) Knittel intentan orientarse 
en un cruce de caminos.




La peana vista en tres pasos:







 El conductor del Jeep y su peluda mascota:



El modelo prácticamente terminado.

5 comentarios:

  1. Me encanta el barro, habrá que conseguir una clase práctica estas navidades.

    Y las hojas? que marca son?


    Pero bueno, en resumidas cuentas, mis muñones nunca llegarán a su maestría, camarada.

    ResponderEliminar
  2. Serguey, a tu hijo le encanta el barro, a tí te mola hacerlo. En el tema de hojas, creo que una visita a las chicas del chicle aportaría muchas opciones.

    En concreto ese era el Jesús crucificado que yo quería usar en el cruce de caminos proyectado. Siempre lo vi un poco pequeño, quizá debería haber usado tus técnica escultóricas para añadir un poco más de madero, y que el cristo quedara un poco más alto.

    Como siempre muy chulo el diorama, me imagino que será el mando de la compañía o algo así...del ejército ese que todo el mundo conoce, pero pocos han visto....

    ResponderEliminar
  3. Recuerden que no es oro todo lo que reluce. El efecto de las hojas estuvo apunto de salir mal, pero que muy mal...

    Respecto al barro, el principal problema de los pigmentos es que -en mi opinión- el 90% de los consejos que se leen por ahí no son aplicables a escalas pequeñas y para cuando uno se da cuenta, es tarde y no hay vuelta atrás.

    El crucifijo, aunque sea una miniatura escala NN, no es tan pequeño: está montado y pintado tal cual. Posiblemente parezca más alto porque le esculpí un montículo para balancear el efecto del soldado caído.

    ResponderEliminar
  4. Muy muy chulo. Me encantan las miniaturas modificadas para hacerlas unicas. Por decir algo que el numero de idenficación está muy limpito para la mierda que tiene el resto del jeep. Por lo demás genial!! Los detalles le dan su gracia.

    ResponderEliminar
  5. Hola Iván, me alegra que te guste el modelo. Efectivamente, el numeral del jeep está algo limpio en comparación al resto del vehículo. Debería haberlo oscurecido en pelín más, un par de filtros o un arañazo no le hubiese venido mal. Sin embargo añadir más barro al tema podría haber sido un error. Exagerar este tipo de efectos en una escala tan pequeña puede ser catastrófico. Creo que lo difícil es saber cuándo parar porque una vez te pasas, no hay marcha atrás y te has cargado el trabajo de pintura. En cualquier caso, tu observación es muy correcta!!

    P.D. Al Camarada Redactor General Serguey. Estoooo... hace ya muchas lunas que se nos escacharró la aplicación que permite ver los últimos comentarios, ya sabes, esa que ahora reza: "se ha producido un error en este gadget" Estaría rebién que volviese a funcionar. Comentario hecho con una caña en la mano y un palillo entre los dientes.

    ResponderEliminar